lunes, 17 de diciembre de 2007
Chicatos, clickear imagen para agrandar.
Fe de erratas:
Donde dice "Luciana Rezzónico" debe decir "Luisa Kaufman"
Disculpen, pero no es fácil gestionar tantas personalidades...
La pequeña sentenció: flaca, a vos te comió el personaje!!!
Son los efectos de ver a Lu a través del espejo retozón.
domingo, 16 de diciembre de 2007
lunes, 10 de diciembre de 2007
sábado, 1 de diciembre de 2007
jueves, 29 de noviembre de 2007
Juguemos a la mancha venenosa
Para Alejandro Mendez
No es lo mismo escribir
poesía en la web
que escribirla con pluma
y tinta
Con pluma y tinta
uno puede cometer la torpeza
de un manchón
negro azabache
que galopa
en varias direcciones
y se bifurca
y clona y bifurca
y ramifica
en hijos diversos
y en finas puntas
hilitos
de Ariadna
que si el animal en el tiempo pudiera
retroceder
conducirían a la entrada original
del laberinto
de la poesía
No es lo mismo escribir
poesía en la web
que escribirla con pluma
y tinta
Con pluma y tinta
uno puede cometer la torpeza
de un manchón
negro azabache
que galopa
en varias direcciones
y se bifurca
y clona y bifurca
y ramifica
en hijos diversos
y en finas puntas
hilitos
de Ariadna
que si el animal en el tiempo pudiera
retroceder
conducirían a la entrada original
del laberinto
de la poesía
miércoles, 28 de noviembre de 2007
martes, 27 de noviembre de 2007
miércoles, 21 de noviembre de 2007
lunes, 19 de noviembre de 2007
lunes, 12 de noviembre de 2007
reproche retroactivo
Marcos se fue, y nunca nos explicó qué corno son los números de fibonacci!
[Pablo tiene que pasarlo a "los que acaban de romper un jarrón", y de paso contarme cuándo y por qué dejé de agitarme como loca para parecer de lejos una mosca]
[Pablo tiene que pasarlo a "los que acaban de romper un jarrón", y de paso contarme cuándo y por qué dejé de agitarme como loca para parecer de lejos una mosca]
miércoles, 24 de octubre de 2007
te leo y me mareo y me palpita
te leo y me mareo y me palpita
el alma el bocho el sexo el corazón
sos una fuerza cósmica un ciclón
poesía condensada que me excita
hacés que rebobine hasta el big bang
amontonás las eras y los soles
los ritmos las historias los bemoles
oriente y occidente el yin y el yang
el tiempo y el espacio se confunden
sugiere mi marido leé a kant
pero yo sueño que vos sos hugh grant
poetas como vos quiero que abunden
me partís la cabeza little boy
y ya no sé ni dónde estoy quién soy
el alma el bocho el sexo el corazón
sos una fuerza cósmica un ciclón
poesía condensada que me excita
hacés que rebobine hasta el big bang
amontonás las eras y los soles
los ritmos las historias los bemoles
oriente y occidente el yin y el yang
el tiempo y el espacio se confunden
sugiere mi marido leé a kant
pero yo sueño que vos sos hugh grant
poetas como vos quiero que abunden
me partís la cabeza little boy
y ya no sé ni dónde estoy quién soy
miércoles, 10 de octubre de 2007
martes, 9 de octubre de 2007
Mi poesía de los '90
yo también
escribía
poesía
en los noventa
esta es
de cuando tenía
catorce
[era tan niña
que la luna
nada decía
de ciclos]
escribía
poesía
en los noventa
esta es
de cuando tenía
catorce
[era tan niña
que la luna
nada decía
de ciclos]
jueves, 4 de octubre de 2007
viernes, 21 de septiembre de 2007
arqueólogos la joven y su amante
Para Emilia y Federico
arqueólogos la joven y su amante
se encuentran en un viaje de campaña
será el amor o el polvo que acompaña
serán sus inquietudes de estudiante
tanto excavar el sitio de ocasión
toda la sed del mundo en sus gargantas
tanto hurgar en el suelo entre las plantas
meta pincel y pala con pasión
cerámica la piel que al fin asoma
ella es menuda no es lía crucet
él cuenta con aval del conicet
para llevarla lejos a la loma
allí donde besó su patrimonio
esto seguro acaba en matrimonio
arqueólogos la joven y su amante
se encuentran en un viaje de campaña
será el amor o el polvo que acompaña
serán sus inquietudes de estudiante
tanto excavar el sitio de ocasión
toda la sed del mundo en sus gargantas
tanto hurgar en el suelo entre las plantas
meta pincel y pala con pasión
cerámica la piel que al fin asoma
ella es menuda no es lía crucet
él cuenta con aval del conicet
para llevarla lejos a la loma
allí donde besó su patrimonio
esto seguro acaba en matrimonio
martes, 11 de septiembre de 2007
El niño que no faltó nunca a la escuela
La imagen del niñito Domingo Faustino Sarmiento que usted lleva metida adentro, es la de una especie de Pulgarcito con cara de hombre, calzado con grandes botas y cubierto con un enorme paraguas, marchando cargado de libros bajo una lluvia torrencial. (Los niños sanjuaninos son los únicos a quienes esta imagen no impresiona, pues saben que jamás llueve en San Juan durante “el período lectivo” como dice la prestigiosa “docente” doña Italia Migliavacca. Más bien a San Juan le da por los temblores y los terremotos).
¿A quién no le han machacado en la edad escolar cuando uno prefería quedarse en la cocina junto a las tortas y al maíz frito en los días lluviosos, con que Sarmiento nunca faltó a clase así lloviera, nevara o se desataran huracanes?
Lo dice el mismo niño modelo en Recuerdos de Provincia: “Desde 1816, fecha en que ingresé en la escuela de primeras letras, la Escuela de la Patria, a la edad de cinco años, asistí a ella durante nueve regularmente, sin una falta”.
Esta es una de las virtudes del niño modelo que más ha torturado a la infancia argentina hasta la aparición de la nueva ola de niños malos (“revisionistas”). “¡Nueve años sin una falta a la escuela de primeras letras!”, comentan estos malvados. Y agregan ante el contrito magisterio: “¡Flor de burro el tal niño modelo para pasarse nueve años aprendiendo las primeras letras! ¡Y después lo critican a uno si repite el grado!”.
¿A quién no le han machacado en la edad escolar cuando uno prefería quedarse en la cocina junto a las tortas y al maíz frito en los días lluviosos, con que Sarmiento nunca faltó a clase así lloviera, nevara o se desataran huracanes?
Lo dice el mismo niño modelo en Recuerdos de Provincia: “Desde 1816, fecha en que ingresé en la escuela de primeras letras, la Escuela de la Patria, a la edad de cinco años, asistí a ella durante nueve regularmente, sin una falta”.
Esta es una de las virtudes del niño modelo que más ha torturado a la infancia argentina hasta la aparición de la nueva ola de niños malos (“revisionistas”). “¡Nueve años sin una falta a la escuela de primeras letras!”, comentan estos malvados. Y agregan ante el contrito magisterio: “¡Flor de burro el tal niño modelo para pasarse nueve años aprendiendo las primeras letras! ¡Y después lo critican a uno si repite el grado!”.
Conviene poner las cosas en su lugar.
El mismo niño modelo nos dice que en 1821, a los seis años de su ingreso en la escuela de primeras letras fue llevado al Seminario de Loreto de Córdoba, con lo que los nueve años de asistencia perfecta que nos cuenta quedarían reducidos a seis.
¿Volvió el niñito modelo a la escuela primaria por tres años después del rechazo en el Seminario?
Es indiscutible que una asistencia escolar perfecta de seis años a la escuela de primeras letras es una dosis excesiva hasta para un niñito un poco tarado. Mucho más si se trata de nueve. Y Sarmiento era un niño precoz. También lo dice en Recuerdos de Provincia cuando relata que ingresó a la escuela a los cinco años “sabiendo leer de corrido, en voz alta, con las entonaciones que sólo la completa inteligencia del asunto puede dar”.
Con esto se derrumba la leyenda de los nueve años de asistencia perfecta, pero también la pretensión vengativa de los niños malos (revisionistas) que sostienen que era un burro. Ni un burro ni asistencia perfecta. Un niño cualunque; pero más bien aventajado, pues siempre fue el primero de la clase.
Don Leonardo Castellani, que es fraile y conoce mucho a los chicos, dice que “el chico que nunca se hizo la rabona es sospechoso”. En general todos los chicos afirman, como Dominguito, que nunca “se la hicieron”, pero conviene desconfiar.
Zoncera Nº 17,
del Manual de zonceras argentinas
de Arturo Jauretche.
del Manual de zonceras argentinas
de Arturo Jauretche.
lunes, 3 de septiembre de 2007
martes, 28 de agosto de 2007
sábado, 11 de agosto de 2007
lengua de red
si finalmente mi hoja
de ruta
cayera
y tuviera yo el don
de plantar
poesía
elegiría esta tierra
de palabras
y nudos
para abarcar los confines
de mi patria:
mi casa
sus antípodas
de ruta
cayera
y tuviera yo el don
de plantar
poesía
elegiría esta tierra
de palabras
y nudos
para abarcar los confines
de mi patria:
mi casa
sus antípodas
jueves, 9 de agosto de 2007
Ramón:
El Edificio Barolo detiene el tráfico en la Avenida de Mayo,
enarbolando el único dedo que le han puesto,
para que pases tú.
Se siente crujir el Pasado bajo tus ruedas infinitas,
porque tú eres un tanque, ramón,
eres el tanque de acero de la literatura actual,
eres una máquina de decir genialidades,
eres un invento superior a los de Edison,
eres un milagro de la industria,
eres la cinematografía del lenguaje,
eres el círculo cuadrado,
eres esto: eres un reclame de Dios
adosado a los muros del Universo
para probar que sabe hacer hombres todavía.
Y como soy Ministro de todas las Montañas
de América en la República Argentina,
yo te saludo, ramón,
quitándome las nubes hasta el suelo.
Alberto Hidalgo
Martín Fierro, suplemento "Homenaje a Ramón",
año II, núm. 19, Buenos Aires, 18 de julio de 1925.
enarbolando el único dedo que le han puesto,
para que pases tú.
Se siente crujir el Pasado bajo tus ruedas infinitas,
porque tú eres un tanque, ramón,
eres el tanque de acero de la literatura actual,
eres una máquina de decir genialidades,
eres un invento superior a los de Edison,
eres un milagro de la industria,
eres la cinematografía del lenguaje,
eres el círculo cuadrado,
eres esto: eres un reclame de Dios
adosado a los muros del Universo
para probar que sabe hacer hombres todavía.
Y como soy Ministro de todas las Montañas
de América en la República Argentina,
yo te saludo, ramón,
quitándome las nubes hasta el suelo.
Alberto Hidalgo
Martín Fierro, suplemento "Homenaje a Ramón",
año II, núm. 19, Buenos Aires, 18 de julio de 1925.
Ramón y Luisa (1933)
sábado, 4 de agosto de 2007
como a esas frutas que maduran en las cámaras de frío
me cosecharon prematura
y en este renacimiento lento
lento
perezoso
bostezante
sospecho un dejo
de compensación
quizá pretenda justificar
el haber estado tanto tiempo
ausente de mí misma
dejándome para mañana
las lucianas haciendo los deberes
mi nombre propio en un cajón
criogenizado
descongelar la luz a los treinta
abrir los ojos
como dos grandes gotas
dejar entrar el aire
y soltar el llanto
lejos de angustiarme
- aunque el reloj del vecino
me diga
atrasás diez años, nena -
me apacigua:
soy finalmente amiga de mi ritmo
de lluvia titilante
de mi destino de palabra encendida
que se evapora
me cosecharon prematura
y en este renacimiento lento
lento
perezoso
bostezante
sospecho un dejo
de compensación
quizá pretenda justificar
el haber estado tanto tiempo
ausente de mí misma
dejándome para mañana
las lucianas haciendo los deberes
mi nombre propio en un cajón
criogenizado
descongelar la luz a los treinta
abrir los ojos
como dos grandes gotas
dejar entrar el aire
y soltar el llanto
lejos de angustiarme
- aunque el reloj del vecino
me diga
atrasás diez años, nena -
me apacigua:
soy finalmente amiga de mi ritmo
de lluvia titilante
de mi destino de palabra encendida
que se evapora
lunes, 23 de julio de 2007
de boca en boca
en boca cerrada no entran palomas
que se equivocan se equivocaban
se traga una mosca quien tiene boca
y flor de sapo si no convida
se va por las ramas mi voz dormida
el aire es gratis; la boca, ¿mía?
que se equivocan se equivocaban
se traga una mosca quien tiene boca
y flor de sapo si no convida
se va por las ramas mi voz dormida
el aire es gratis; la boca, ¿mía?
viernes, 20 de julio de 2007
viernes, 13 de julio de 2007
lunes, 25 de junio de 2007
antes del vuelo
la mariposa
quiso amar a la tierra
con sus caricias
de oruga suave
que sabe inevitable
la despedida
quiso amar a la tierra
con sus caricias
de oruga suave
que sabe inevitable
la despedida
jueves, 14 de junio de 2007
miércoles, 13 de junio de 2007
literatura de autoayuda
la asociación
libre l i b r e L i B R E libre
libre libre libre libre libre
LiBrE
libre
no hará
de esta neurosis
poesía
libre l i b r e L i B R E libre
libre libre libre libre libre
LiBrE
libre
no hará
de esta neurosis
poesía
lunes, 4 de junio de 2007
después del horror
tuvieron que pasar
tantos años
para que los sobrevivientes
sobrevivieran a la culpa
de pretender
ser felices
todavía
tantos años
para que los sobrevivientes
sobrevivieran a la culpa
de pretender
ser felices
todavía
domingo, 3 de junio de 2007
Acorazados en La Plata
Daniel K. me contó que esta gente organiza lecturas en un bar de La Plata todos los viernes. Son muchos los que la mueven en todas partes. Tengo que hablar con el editor Funesto de esto.
sábado, 2 de junio de 2007
Cada cual gasta su plata como quiere y como puede
Lo que yo leo es que en esa lista hay algunos a los que, siguiendo este criterio, les estaría debiendo algo de plata. Muchachxs, cuando haga menos frío los invito a comer un asado en Villa Elisa.
Yo no me anoto en esa, porque en mi caso, la mínima dosis de talento o creatividad que en ocasiones me acompaña, se manifiesta mejor en un contexto desescolarizado, libre y gratuito. Pero yo no soy quién para dar consejos: tuve que pagarle a un psicólogo para concluir que la mejor manera de hacerle trampa a mi neurosis es mantener un alto nivel lúdico en sangre.
viernes, 1 de junio de 2007
palabras del aire
I
no tengo nada
sutil en este otoño
para decirte
II
juego con formas
y se me escapa un mundo
descolorido
III
cae este haiku
como las hojas secas
en el olvido
no tengo nada
sutil en este otoño
para decirte
II
juego con formas
y se me escapa un mundo
descolorido
III
cae este haiku
como las hojas secas
en el olvido
martes, 22 de mayo de 2007
domingo, 20 de mayo de 2007
Los palíndromos y algo, y algo más...
Los palíndromos y el arte de la seducción
Por Marcos
Los palíndromos ejercen un poder de convicción sobre aquél que los lee o escucha, siempre que éste se dé cuenta, de que lo son, desde luego. Su perfección, su simetría, hacen que, digan lo que digan, uno siempre se quede pensando más de lo habitual en su significado y en posibles enseñanzas o moralejas para extraer de ellos.
Los palíndromos ejercen un poder de convicción sobre aquél que los lee o escucha, siempre que éste se dé cuenta, de que lo son, desde luego. Su perfección, su simetría, hacen que, digan lo que digan, uno siempre se quede pensando más de lo habitual en su significado y en posibles enseñanzas o moralejas para extraer de ellos.
[sigue acá]
jueves, 17 de mayo de 2007
ecos II
muere un tío
nace un sobrino
sos infiel
nos encontramos
todos los días
pasan cosas
contrapuestas simétricas
paralelas
complementarias
nace un sobrino
sos infiel
nos encontramos
todos los días
pasan cosas
contrapuestas simétricas
paralelas
complementarias
lunes, 14 de mayo de 2007
ecos
para Octavio Medina
el afilador es una musiquita
que pasa en bici
por la puerta de mi infancia
no sé si será
que pasa en bici
por la puerta de mi infancia
no sé si será
morocho o pelado
como las chicharras y los recuerdos de entonces
posee en mí
como las chicharras y los recuerdos de entonces
posee en mí
la cualidad
de lo incorpóreo
de lo incorpóreo
martes, 24 de abril de 2007
viernes, 13 de abril de 2007
equilibrista
es cierto
lo admito
suelo ser
un poco
maníaca
pero en otoño
soy bossa nova
violín
melancolía
y no soy yo
bipolar
es el planeta
es mi vaivén ciclotímico
adaptación
me lo diagnosticaron mil veces:
soy una chica
equilibrista
lo admito
suelo ser
un poco
maníaca
pero en otoño
soy bossa nova
violín
melancolía
y no soy yo
bipolar
es el planeta
es mi vaivén ciclotímico
adaptación
me lo diagnosticaron mil veces:
soy una chica
equilibrista
martes, 10 de abril de 2007
jueves, 5 de abril de 2007
soneto de los quince
hay cosas
que se salen de sus puestos
y brotan y
rebosan sobrepasan
los bordes y
se vuelcan y rebasan
los límites
casillas y supuestos
son gotas
que no caben en el vaso
son lágrimas
que nacen de la risa
una última
verdad escurridiza
el eco que
resuena en cada trazo
como el agua
que emana desde un géiser
como lava
que emerge del volcán
como el bis
o la yapa el bonus track
la panza que
se asoma bajo el bléiser
las ganas de
contarte mi secreto
la
indiscreción la falta de respeto
y el verso
que desborda este soneto
viernes, 30 de marzo de 2007
martes, 27 de marzo de 2007
Los palíndromos y el arte de la seducción
Por Marcos Donnantuoni
Los palíndromos ejercen un poder de convicción sobre aquél que los lee o escucha, siempre que éste se dé cuenta, de que lo son, desde luego. Su perfección, su simetría, hacen que, digan lo que digan, uno siempre se quede pensando más de lo habitual en su significado y en posibles enseñanzas o moralejas para extraer de ellos.
Un ejemplo: “Trazó mal a Mozart”(1) nos sugiere que hubo seguramente algún pintor que, siéndole encargado un retrato de Mozart, lo confeccionó de mala manera. Y aunque esto sea probable, que un palíndromo lo consigne le da otro nivel de verdad en nuestra cabeza.
Otro ejemplo: leemos "sexo box es"(2) e inevitablemente se nos mete en la cabeza una identidad o al menos un isomorfismo entre ambos deportes. Y esto sin que nunca antes hayamos imaginado siquiera que podía haber una relación entre ellos.
Este fenómeno de confianza automática sin duda se explica por la admiración que siente el lector por el autor de un palíndromo bien logrado; la admiración es un ingrediente esencial de la confianza(3).
Se nos ofrece, entonces, un método (no ortodoxo) no solamente para conquistar mujeres (4) sino para seleccionarlas (5).
A modo de ejemplo, permítanme armar una situación. Imaginemos una reunión con gran cantidad de mujeres (6). Uno, que se cree muy ingenioso, trata de introducir un palíndromo especialmente seleccionado en función del tema de conversación. Por ejemplo, si en la reunión se habla de lógica matemática (7), uno puede decir, cuando se haga un silencio oportuno: “A cita metamatemática, cita metamatemática” (8). La probabilidad de que una mujer se dé cuenta de la palindromía de esta frase es directamente proporcional al interés que nos puede producir esta mujer (9). Esto nos permite focalizar nuestros posteriores esfuerzos en ella.
Luego de que nuestra dama reconozca la frase como palindrómica, podemos esperar que se sorprenda y exprese su admiración hacia nosotros, o que por lo menos se limite a señalar en público su descubrimiento, ya sea para compartir el placer con los demás o para presumir de su inteligencia (10); o bien, que pregunte sobre el autor de tan ingenioso ejemplar. En cualquier caso, podemos ya empezar a hablar con ella desde otro lugar: el de alguien sensible e inteligente que disfruta con los juegos de palabras. Ya se sabe que a las mujeres les gustan mucho los hombres inteligentes y sensibles. O al menos los hombres sensibles. Bueno, por lo menos los juegos de palabras. Bah, las palabras.
Ya roto el hielo en lo concerniente a nuestra compartida ainamanía (11) y espantados los posibles aibófobos (12) que haya en los alrededores, podemos descerrajar algunos palíndromos más, esperando que su poder nos ayude a convencer a la dama de que somos su hombre ideal. Una posibilidad es empezar con un inocente “A Román Eada enamora” (13), para pasar luego a un más incitante “Eva usaba rimel y le miraba suave” (14), que tiene un notable efecto suavizador. Y si hay sol, podemos desearle que “ese bello sol le bese” (15).
Si todo va bien, en poco tiempo y con relativamente poco esfuerzo tendremos la admiración de una mujer. ¿Qué hacer con eso? Bueno, depende, de nuestras intenciones. “Sé, amor broma es” (16) puede servir para aclarar que no queremos compromisos. En este caso, también podemos usar “Amor, brazo, gozar: broma” (17).
Si por el contrario hemos encontrado nuestra media naranja y queremos proponerle algo más serio, podemos hablarle de cómo “A mamá Roma le aviva el amor a papá, y a papá Roma le aviva el amor a mamá” (18), e invitarla quizá a Roma para aclarar la metáfora. Un movimiento más audaz sería declarar a los demás asistentes “Amada sea; yo hallé bella hoy a esa dama” (19).
Para lograr un poco más de intimidad, se puede sugerir “sonría rápido, yo di para irnos” (20) y enfilar hacia la puerta tomándola del brazo. Si la llevamos hacia su casa o la nuestra en algún vehículo, diremos por el camino: “La ruta nos aportó otro paso natural” (21) y trataremos de desviarnos un poco hacia algún lugar más tranquilo (22). Y si estamos a pie, haremos la aclaración del caso: “Nota épica: nací peatón” (23). Eso sí, nunca deberemos confesarle que “En casa, me da, además, acné” (24).
Ahora bien, todo método puede fallar; quizá la señorita que tanto nos ha hecho ejercitar la memoria o el ingenio no quiera otra cosa que una bonita charla capicúa, o quizá no sienta que somos tan ingeniosos después de todo. En ese caso, tendremos aún algunas herramientas con que captar su atención fugitiva.
Si amaga irse de la fiesta, horrorizada por nuestra obsesión por la simetría, podemos decirle “¿Se va? Lleve llaves” (25). Y si acaso manifiesta su preferencia por algún otro caballero, diremos desdeñosamente: “Si a ése deseáis...” (26).
Espero que estos humildes consejos sean de ayuda para esas almas capicúas que buscan en el amor un juego, y viceversa. Queda a cargo del lector aplicarlos y compartir sus experiencias.
________________________________________
1 Autor: Víctor Carbajo
2 Autor: Willy de Winter
3 Hay quien dice que es al revés; yo me limito a repetir el dictamen canónico.
4 Por supuesto, esta nota está escrita desde el punto de vista masculino del asunto, dado el género del autor; pero los razonamientos se aplican también a la inversa (¿inversa? Bah, ustedes me entienden).
5 Esto me recuerda la multiplicidad de cubos inflables, octaedros y otros enseres que he confeccionado con esos fines, y con variados resultados. Pero dejaré el origami para otro momento.
6 Admito que es una suposición demasiado optimista.
7 Otra suposición demasiado optimista...
8 Autor: Luis Torrent
9 Esto es cuestión de gustos, por supuesto. Hay infinidad de criterios para elegir la mujer de la vida de uno.
10 Que, digamos ya mismo, se equipara por lo menos con la de un parser recursivo no determinístico.
11 Manía por los palíndromos
12 Aibofobia: temor patológico a los palíndromos
13 Autor anónimo. En el caso de una coicidencia de los nombres no sería tan inocente; sin embargo, la probabilidad de tamaña coincidencia es casi nula.
14 Autor: José Antonio Millán
15 Autor anónimo
16 Autor: Willy de Winter
17 Autor: Víctor Carbajo
18 Autor anónimo
19 Autor: Willy de Winter
20 Autor: Willy de Winter
21 Autor anónimo
22 A esta altura supongo que habrá lectores ansiosos que esperan que sugiera posturas sexuales acordes con el tema; pero ese es tema para otro tipo de revistas. Además, aparte del 69 (que no es muy palindrómico que digamos, más bien es invertible) no se me ocurre ninguna.
23 Autor: Ramón Ciné
24 Autor: Fernando Sáenz
25 Autor: KH333
26 Autor: Willy de Winter
Los palíndromos ejercen un poder de convicción sobre aquél que los lee o escucha, siempre que éste se dé cuenta, de que lo son, desde luego. Su perfección, su simetría, hacen que, digan lo que digan, uno siempre se quede pensando más de lo habitual en su significado y en posibles enseñanzas o moralejas para extraer de ellos.
Un ejemplo: “Trazó mal a Mozart”(1) nos sugiere que hubo seguramente algún pintor que, siéndole encargado un retrato de Mozart, lo confeccionó de mala manera. Y aunque esto sea probable, que un palíndromo lo consigne le da otro nivel de verdad en nuestra cabeza.
Otro ejemplo: leemos "sexo box es"(2) e inevitablemente se nos mete en la cabeza una identidad o al menos un isomorfismo entre ambos deportes. Y esto sin que nunca antes hayamos imaginado siquiera que podía haber una relación entre ellos.
Este fenómeno de confianza automática sin duda se explica por la admiración que siente el lector por el autor de un palíndromo bien logrado; la admiración es un ingrediente esencial de la confianza(3).
Se nos ofrece, entonces, un método (no ortodoxo) no solamente para conquistar mujeres (4) sino para seleccionarlas (5).
A modo de ejemplo, permítanme armar una situación. Imaginemos una reunión con gran cantidad de mujeres (6). Uno, que se cree muy ingenioso, trata de introducir un palíndromo especialmente seleccionado en función del tema de conversación. Por ejemplo, si en la reunión se habla de lógica matemática (7), uno puede decir, cuando se haga un silencio oportuno: “A cita metamatemática, cita metamatemática” (8). La probabilidad de que una mujer se dé cuenta de la palindromía de esta frase es directamente proporcional al interés que nos puede producir esta mujer (9). Esto nos permite focalizar nuestros posteriores esfuerzos en ella.
Luego de que nuestra dama reconozca la frase como palindrómica, podemos esperar que se sorprenda y exprese su admiración hacia nosotros, o que por lo menos se limite a señalar en público su descubrimiento, ya sea para compartir el placer con los demás o para presumir de su inteligencia (10); o bien, que pregunte sobre el autor de tan ingenioso ejemplar. En cualquier caso, podemos ya empezar a hablar con ella desde otro lugar: el de alguien sensible e inteligente que disfruta con los juegos de palabras. Ya se sabe que a las mujeres les gustan mucho los hombres inteligentes y sensibles. O al menos los hombres sensibles. Bueno, por lo menos los juegos de palabras. Bah, las palabras.
Ya roto el hielo en lo concerniente a nuestra compartida ainamanía (11) y espantados los posibles aibófobos (12) que haya en los alrededores, podemos descerrajar algunos palíndromos más, esperando que su poder nos ayude a convencer a la dama de que somos su hombre ideal. Una posibilidad es empezar con un inocente “A Román Eada enamora” (13), para pasar luego a un más incitante “Eva usaba rimel y le miraba suave” (14), que tiene un notable efecto suavizador. Y si hay sol, podemos desearle que “ese bello sol le bese” (15).
Si todo va bien, en poco tiempo y con relativamente poco esfuerzo tendremos la admiración de una mujer. ¿Qué hacer con eso? Bueno, depende, de nuestras intenciones. “Sé, amor broma es” (16) puede servir para aclarar que no queremos compromisos. En este caso, también podemos usar “Amor, brazo, gozar: broma” (17).
Si por el contrario hemos encontrado nuestra media naranja y queremos proponerle algo más serio, podemos hablarle de cómo “A mamá Roma le aviva el amor a papá, y a papá Roma le aviva el amor a mamá” (18), e invitarla quizá a Roma para aclarar la metáfora. Un movimiento más audaz sería declarar a los demás asistentes “Amada sea; yo hallé bella hoy a esa dama” (19).
Para lograr un poco más de intimidad, se puede sugerir “sonría rápido, yo di para irnos” (20) y enfilar hacia la puerta tomándola del brazo. Si la llevamos hacia su casa o la nuestra en algún vehículo, diremos por el camino: “La ruta nos aportó otro paso natural” (21) y trataremos de desviarnos un poco hacia algún lugar más tranquilo (22). Y si estamos a pie, haremos la aclaración del caso: “Nota épica: nací peatón” (23). Eso sí, nunca deberemos confesarle que “En casa, me da, además, acné” (24).
Ahora bien, todo método puede fallar; quizá la señorita que tanto nos ha hecho ejercitar la memoria o el ingenio no quiera otra cosa que una bonita charla capicúa, o quizá no sienta que somos tan ingeniosos después de todo. En ese caso, tendremos aún algunas herramientas con que captar su atención fugitiva.
Si amaga irse de la fiesta, horrorizada por nuestra obsesión por la simetría, podemos decirle “¿Se va? Lleve llaves” (25). Y si acaso manifiesta su preferencia por algún otro caballero, diremos desdeñosamente: “Si a ése deseáis...” (26).
Espero que estos humildes consejos sean de ayuda para esas almas capicúas que buscan en el amor un juego, y viceversa. Queda a cargo del lector aplicarlos y compartir sus experiencias.
________________________________________
1 Autor: Víctor Carbajo
2 Autor: Willy de Winter
3 Hay quien dice que es al revés; yo me limito a repetir el dictamen canónico.
4 Por supuesto, esta nota está escrita desde el punto de vista masculino del asunto, dado el género del autor; pero los razonamientos se aplican también a la inversa (¿inversa? Bah, ustedes me entienden).
5 Esto me recuerda la multiplicidad de cubos inflables, octaedros y otros enseres que he confeccionado con esos fines, y con variados resultados. Pero dejaré el origami para otro momento.
6 Admito que es una suposición demasiado optimista.
7 Otra suposición demasiado optimista...
8 Autor: Luis Torrent
9 Esto es cuestión de gustos, por supuesto. Hay infinidad de criterios para elegir la mujer de la vida de uno.
10 Que, digamos ya mismo, se equipara por lo menos con la de un parser recursivo no determinístico.
11 Manía por los palíndromos
12 Aibofobia: temor patológico a los palíndromos
13 Autor anónimo. En el caso de una coicidencia de los nombres no sería tan inocente; sin embargo, la probabilidad de tamaña coincidencia es casi nula.
14 Autor: José Antonio Millán
15 Autor anónimo
16 Autor: Willy de Winter
17 Autor: Víctor Carbajo
18 Autor anónimo
19 Autor: Willy de Winter
20 Autor: Willy de Winter
21 Autor anónimo
22 A esta altura supongo que habrá lectores ansiosos que esperan que sugiera posturas sexuales acordes con el tema; pero ese es tema para otro tipo de revistas. Además, aparte del 69 (que no es muy palindrómico que digamos, más bien es invertible) no se me ocurre ninguna.
23 Autor: Ramón Ciné
24 Autor: Fernando Sáenz
25 Autor: KH333
26 Autor: Willy de Winter
lunes, 26 de marzo de 2007
Leo Masliah - Corriente alterna
No sé por qué te fuiste ni por qué después
al poco tiempo te dio por volver
no sé por qué no sé por qué
tomaste aquella triste decisión
de abandonarme y cuál fue la razón
de tu regreso y qué pasó
que al otro día te volviste a ir
no me diste ni tiempo de decirte
preguntarte si esa vez
regresarías como la anterior
ni si te ibas en busca de amor
y si fue así supongo que
no lo encontraste y fue por eso que
volviste pero cuando te apreté y
te pregunté qué plan tenés
me contestaste muy así nomás
con evasivas y casi te vas
pero esa vez no te dejé
porque de un brazo fuerte te agarré
pero fue inútil cuando me acosté
sentí la puerta y eras vos
que te pirabas sin decir adiós
capaz que fue mejor para los dos
pero muy malo para mí
por eso me alegré cuando te vi
que regresabas pero no entendí
por qué enseguida me decís
que tu intención sigue siendo partir
y sin demora pasas a cumplir
tu anuncio y me dejas ahí
sin esperanza con respecto a ti
pero con la sorpresa de que así
como te vi partir también
te vi volver y te escuché muy bien
decir que nunca me ibas a dejar
para después saber faltar
a tu palabra porque sin piedad
te fuiste a algún rincón de la ciudad
que al parecer no te gustó
porque si no no entiendo qué te dio
por dar la vuelta y pedirme perdón
pero enseguida, maldición,
me abandonaste y desde aquella vez
te fuiste y regresaste más de diez
o veinte veces es que ya
perdí la cuenta y la velocidad
de tu continuo ir y venir se va
volviendo cada vez mayor
ni bien te fuiste por el ascensor
la puerta se abre y estás otra vez
ahí no sé si es que volvés
ya es imposible adivinar qué hacés
si te estas yendo o a la misma vez
estás viniendo ya no estás
acá ni allá como venís te vas
tu cara ya no se distingue más
apenas en el corredor
se ve una larga franja del color
de tu vestido sos como un ciclón
un huracán sin dirección
un haz de luz cada vez más veloz
ya nadie puede verte ya no sos
más que una tenue sensación
una sutil, fugaz coloración
en las baldosas de ese corredor
y la portera ya subió
trayendo el balde con el secador
le digo doña deje por favor
y me contesta no señor
el corredor lo tengo que limpiar
y yo le explico que te va a borrar
si pasa el trapo por ahí
pero ella cree que me enloquecí
no sabe nada de lo que yo vi
y un golpe de agua con jabón
te lleva entera junto a la ilusión
de averiguar un día en qué vagón
viaja el secreto de tu corazón.
jueves, 15 de marzo de 2007
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