lunes, 4 de junio de 2007

después del horror

tuvieron que pasar
tantos años
para que los sobrevivientes
sobrevivieran a la culpa
de pretender
ser felices
todavía

5 comentarios:

Jorge Abreu dijo...

Interesante escrito, aunque todabia intento comprender bien el punto al que va, aunque tengo uno o dos en mente, pero uno tanto como el otro parecen ser validos, jajaja

Saludos.

Luciana Rezzónico dijo...

Jorge, supongo que habrá tantos puntos de llegada como lectores.
El punto de partida es algo que le escuché decir a una persona de unos cincuenta años.
Gracias por pasar y comentar.

Tito... dijo...

Me gusta que el todavía caiga en otro renglón. A veces parecen algo arbitrarios los saltos de línea, pero otras veces tienen sentido.

Luciana Rezzónico dijo...

Tito:
A mí me gusta mucho cuando descubro que los saltos de línea tienen sentido (me pasó eso con otros poemoides). A veces salto dos renglones, para remarcar que el verso siguiente resignifica lo anterior.
Igual pregunto, ¿está mal si los saltos de línea son arbitrarios? ¿qué función tienen los saltos de línea?
En general, cuando los pienso - si es que los pienso - no lo hago desde el ritmo (porque como te dije, no estoy acostumbrada a pensar el ritmo) sino desde el sentido.

Unknown dijo...

Sería un buen comienzo para que la palabra horror desapareciera a futuro, verdad? Amor es la única respuesta que vengo encontrando, por más ultrajada que esté la palabra, mmm...estaría bueno pensar en su sentido cada vez que la usamos, renovarla, recrearla, practicarla, en general, en particular...haciendo hablar a las piedras será otra forma? (esto último, una interna, está claro no?) Un abrazo gigante!